sábado, 19 de mayo de 2007

TU VOZ

nada es parecido al antes de tu voz

( cada privación de cuerpo

invita al llanto )

yo bebía la poción azul - tus ojos:

sal en la ceniza -

y no moría sola

no moría

lunes, 14 de mayo de 2007

Cuerpos

no de precio en pan esta
presunta erogación de
chalas en su carne:
ahora suelta su presión
el duelo de los cuerpos,
torvamente, inclina
la balanza el fiel, se despedaza;
entonces, la palabra.

Olvido

ahora bajo a la oscuridad
para rozar tus ojos
ahora sueño que la
intemperie no es el frío
prieto duro entre los cuerpos
sino el olvido.

Ausencia

no, no de tu voz ni de tu ausencia
bebo, sino esa débil lejanía
que alimenta, rasga tu silencio.

Amigo

amigo, he corrido a tu encuentro como
quien salta, se arroja al fuego para
para no morir, para inmolarse.

domingo, 13 de mayo de 2007

El poema I

No es el poema el que penetra lo real
para reproducirlo en un lenguaje pro-
pio, cifrado, sino que por el contrario,
la palabra arremete contra toda es-
tructura y crea el lenguaje de lo que
hubiera sido, de lo que hubiera podido
ser, a pesar del mundo.

EL POEMA II

El poema trasciende la expectativa del encuentro,
es rito celebratorio entre la palabra y el mundo;
en lúcida agonía el cuerpo del texto entrega su voz
y expira, abandonado al éxtasis del silencio.
Condensa en sí la historia mentida, la perdida me-
moria, el gesto de abrirse al silencio y morir.

viernes, 11 de mayo de 2007

Alberto Girri

"Que entre los rasgos atendibles del poeta se destaque
la tendencia a un orden no necesita demostración. Basta
el poema. Que dicho afán es también máscara, paralizaría
comprobarlo. Máscara de cultivar un papel cuya intensidad
fascina, dejándonos creer que se cumple en una órbita in-
dividual, autónoma, cuando en rigor lo que efectivamente
actúa es el poder creador que es el mundo. Hacedores de
poemas, sujetos a sus respectivas, prefijadas funciones;
sólo instrumentos."

De "Notas sobre la experiencia poética"

Pavese

El mito griego enseña que luchamos siempre contra
una parte de nosotros mismos, la que se ha superado,
Zeus contra Tifón, Apolo contra Pitón. A la inversa,
aquello contra lo cual se combate es siempre una parte
de uno mismo, un antiguo nosotros mismos. Se combate
sobre todo para no ser algo, para liberarse. Quien no
tiene grandes repugnancias, no combate.

(De "El oficio de vivir")

REVISTA FLEDERMAUS

Publicación literaria cuatrimestral.
Staff: Inés Legarreta, Griselda Marenda, Hernán Ronsino y Zulma Zubillaga.
www.revistafledermaus.com.ar
info@revistafledermaus.com.ar

César Vallejo

He almozado solo ahora, y no he tenido
madre, ni súplica, ni sírvete, ni agua,
ni padre que, en el facundo ofertorio
de los choclos, pregunte para su tardanza
de imagen, por los broches mayores del sonido.

Cómo iba yo a almorzar. C ómo me iba a servir
de tales platos distantes esas cosas,
cuando habrase quebrado el propio hogar,
cuando no asoma ni madre a los labios.
Cómo iba yo a almorzar nonada.

A la mesa de un buen amigo he almorzado
con su padre recién llegado del mundo,
con sus canas tías que hablan
en tordillo retinte de porcelana,
bisbiseando por todos sus viudos alvéolos;
y con cubiertos francos de alegres tiroriros,
porque estanse en su casa. Así, qué gracia!
Y me han dolido los cuchillos
de esta mesa en todo el paladar.

El yantar de esta mesa así, en que se prueba
amor ajeno en vez del propio amor,
torna tierra el bocado que no brinda la
MADRE
hace golpe la dura deglución; el dulce,
hiel, aceite funéreo, el café.

Cuando ya se ha quebrado el propio hogar
y el sírvete materno no sale de la
tumba,
la cocina a oscuras, la miseria de amor.

jueves, 10 de mayo de 2007

"Las Moradas" de Santa Teresa (fragmentos)

"Pocas cosas que me ha mandado la obediencia se me han hecho tan dificultosas como
escribir ahora cosas de oración: lo uno, porque no me parece me da el Señor espíritu para
hacerlo, ni deseo; lo otro por tener la cabeza tres meses ha con un ruido y flaqueza tan gran-
de, que an los negocios forzosos escribo con pena." (Prólogo)
"...porque muy de presto algunas veces se siente un movimiento tan acelerado del alma
que parece es arrebatado el espíritu con una velocidad que pone harto temor...¿ Pensáis
que es poca turbación estar una persona muy en su sentido y verse arrebatar el alma?
("Moradas Sestas" Cap.V)
"Destas mercedes tan grandes queda el alma tan deseosa de gozar del todo al que se las
hace, que vive con harto tormento, anque sabroso; unas ansias grandísimas de morirse,
y ansí, con lágrimas muy ordinarias pide a Dios la saque de este destierro."
(Moradas Sestas, Cap.VI)

La mística de San Juan de la Cruz

NOCHE OSCURA

1 En una noche oscura
con ansias en amores inflamada,
¡ oh dichosa ventura !
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
2 A escuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡ oh dichosa ventura !
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
3 En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en corazón ardía.
4 Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
5 ¡ Oh noche que guiaste !,
¡ oh noche amabla más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada !
6 En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
7 El aire de la almena,
cuando ya sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y a todos mis sentidos suspendía.
8 Quédeme, y olvídeme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de perfección,
que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual.

Giuseppe Ungaretti: poemas

EL ROCÍO ILUMINADO


La tierra tiembla
de placer
bajo un sol de violencias gentiles.



ESTOY ENFERMO

La melacolía
me consume.
El cuerpo sin sangre
me desangra
la poesía.


DESVELO

Toda la noche
tumbado cerca
de un compañero
destrozado
con la boca
prieta
vuelta hacia el plenilunio
la congestión
de sus manos
penetró
en mi silencio.
He escrito
cartas llenas de amor.

No he estado jamás
tan aferrado a la vida.